ARMANDO ROCA

Armando Roca. Una vida dedicada a la velocidad

(Publicada en 2005 en la web del C.A. Bidezabal)

El atletismo entra en España en la segunda decena del pasado siglo XX por Cataluña y el País Vasco. Las Federaciones Guipuzcoana y Vizcaína y algunos de sus clubs como el C. D.Fortuna, la Real Sociedad y el Deportivo Bilbao fueron de hecho quienes impulsaron la creación de la RFEA, en asamblea celebrada en Bilbao en 1920.

Entonces no había estadios específicos para atletismo. Usualmente se marcaba un óvalo de 250 m y cuatro o seis calles en el césped de los campos de fútbol y se habilitaban los espacios para los concursos. Eso ocurrió para el primer Campeonato de España que se celebró en el antiguo campo de Futbol de Atotxa.

El primer estadio que merece tal nombre es Berazubi, construido en 1924 y durante varias décadas el único que había en España. Si a ello unimos el hecho de que muchos de los presidentes de la Federación Española eran guipuzcoanos tenemos las claves de la vinculación con Tolosa del protagonista de nuestra entrevista

“Yo llegué a Tolosa para un stage de la Selección Española en 1959. Aquello se repitió a menudo porque Berazubi era el mejor de los lugares para entrenar que había entonces. Nos hospedábamos en el Hotel Cielo Grande, que ya no existe. Allí conocí a mi esposa, Mertxe Zeberio, que era hija del dueño. Cuando terminé la carrera y nos casamos, me vine a vivir a Tolosa. Hasta hoy »

Armando Roca estudió Arquitectura en Madrid y se siente muy orgulloso de los cuarenta años que le dado a esa profesión. Pero aún más le ha entregado al atletismo. Era atleta de estudiante y lo sigue siendo después de su jubilación. La víspera al día de la entrevista había obtenido la medalla de bronce en categoría M-70 en 100 m. unos días más tarde fue sexto, y por lo tanto, merecedor de diploma en 200 m

“Cuando vine a Tolosa con 28 años, me vinculé al Tolosa Club de Fútbol y seguí participando en todas las competiciones para las que me llamasen. Sin darme cuenta me planté en los 45 y llegaron los Campeonatos de Veteranos. Y aquí estoy »

Actualmente entrena tres veces por semana, en días alternos, dirigido por su hijo Cesar Roca Zeberio, Licenciado en Educación Física.


“Para mantenerse en un buen nivel es necesario seguir un Plan y no saltarse los entrenamientos. Mi hijo me marca las pautas y está conmigo para corregirme, lógicamente hablamos mucho. El tiene la formación técnica, pero yo tengo las vivencias. Supongamos que un día tenemos señaladas 5 a 7 series de 80. En función de cómo esté serán cinco, seis o siete. Pero casi nunca nos salimos de la pauta
Si está muy malo y no puedo ir a la pista, trabajo en casa: abdominales, brazos, piernas”

Llama la atención la energía que emana. ¡Cuánto hubiera dado por haberle conocido hace 45 años! Tengo las referencias de quien nos ha presentado, José Luís Romero, pero…


No te creas que todo es de color de rosa. Cuando la casa es vieja, por las grietas se cuelan la goteras y el edificio se resquebraja. Uno a los 25 años se recuperaba de las lesiones en unos días, ahora te pueden echar abajo toda la temporada. Yo ahora no he entrenado lo suficiente porque creía que tenía una lesión muy seria. Después un fisioterapeuta muy bueno que me ha atendido me ha hecho ver que calentando durante más tiempo y con unas pastillas podía entregarme al cien por cien. Pero el retraso ya no se podía recuperar. Pero bueno me voy muy contento del Campeonato, por la medalla en 100, que es mi prueba, y por haber llegado a la final en 200, donde no esperaba tanto.

¿Y basta por este Campeonato del Mundo? Ahora, supongo que descansarás

Me queda el relevo. Parece que vamos a bajar dos de setenta años a completar cuarteto con dos de la categoría M-65. Veamos que pasa.. «


Le pido que me hable de la mejor el peor de sus vivencias en este deporte


La mejor, sin duda alguna cuando batí el record de España de 100 m. 10”7. Fue en el Estadio Albalade, en Lisboa, ganando a Antonio Faria, un portugués que tenía 10”4.
En 1956 yo había estado en la cárcel, por una manifestación de los estudiantes cuando entraron los tanques rusos en Budapest. Aquello me suponía un expediente y la imposibilidad de continuar en la Universidad. Mi entrenador de entonces, Wolfang Wuntz fue a ver a José Antonio Elola Olaso, Director Nacional de Deportes, para que me permitiesen seguir en la Universidad y entrenar con tranquilidad.
Aquel día del Estadio Albalade, Elola Olaso, en persona, bajó a abrazarme a pie de pista y no olvidaré nunca que me dijo: Yo intercedí por ti porque tu entrenador me había asegurado que tenías el record en las piernas. Me alegro de haberle creído.

Así eran las cosas en el Franquismo. Una serie de casualidades hizo que no se truncará la trayectoria más larga de nuestra velocidad.

De momentos malos no te puedo hablar. Puedo decir que todo me ha venido de cara. Yo no busco disculpas cuando las cosas no salen bien. Simplemente hay que trabajar más y arreglarlas.

Estamos en la entrada del estadio. Se que Armando puede contarnos tantas cosas de interés como para tirarnos horas de charleta, pero no podemos robárselo por más tiempo a su mujer. Aquel ángel que se encontró hace cuarenta y seis años en el Cielo Grande. Ha de valer por el momento.