La institución deportiva centenaria (en los años treinta tuvo una sección muy fuerte de atletismo. Desde entonces, se dedica al monocultivo del futbol) ha conseguido que entre todos los vecinos le paguemos su mansión privada. Eso sí, nos permite a los plebeyos, usar el cuartito de la servidumbre.
Tenemos claro que el módulo de seis calles de 60 m. y dos saltaderos lo vamos a pagar a precio de estadio olímpico. Con todo, bienvenido sea. El chicharro del Cantábrico nos va a salir a precio de caviar iraní, pero, al menos, podremos llenar la tripa.
Antes de llegar a este punto, desde el ombliguismo futbolero se nos ha menospreciado. Las hemerotecas se han llenado de ocurrencias que insultan a la inteligencia. Es de agradecer la presencia en la Secretaría de Lehendakaritza de una persona conocedora y practicante de nuestro deporte. Su saber estar ante los micrónos deja en evidencia el vergonzante populismo de otros políticos.
Ahora es el momento de repensar que Atletismo es posible, aquí y ahora. En Bilbao y en el s.XXI Y trabajar coordinados para hacerlo posible.
El paciente está muy malito, aunque no sea cadaver del todo.
2 comentarios:
55 millones de euros del presupuesto público desviados a un club privado, no es de recibo.
Y, encima, tener que oir las palabras despectivas de Azkuna sobre ese módulo de atletismo.
Mucha gente desconoce que lo de Athletic Club (o Atlético, o Racing, o Sporting, etc.) en su origen definía literalmente lo que era el club, aunque luego el fútbol lo haya fagocitado todo.
Respecto al tema del post, ojalá los clubes de atletismo recibieran el mismo apoyo público pata tener sus propias instalaciones deportivas.
No me molesta este apoyo al Athletic, sino el agravio comparativo con el resto del deporte bilbaíno.
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